jueves, 21 de octubre de 2021

PANDORA

Según la mitología griega, en un principio todo era Caos, hasta que los dioses decidieron dar a cada cosa un lugar en la Tierra y crear a los animales y, entre ellos, a uno superior: el hombre. Esta tarea fue encomendada a los dioses Prometeo (‘previsor’) y a su hermano Epimeteo (‘que reflexiona tarde’): Prometeo cogió agua y barro para moldear al hombre a imagen y semejanza de los dioses.

 

Cuando Prometeo quiso proveer al hombre de dones especiales para hacerlo superior al resto de los animales, se dio cuenta de que Epimeteo ya los había agotado todos en la creación de los animales, así que subió al Olimpo y, ayudado por Atenea, robó las semillas de Helios (el Sol) y se las regaló a los hombres. Así, los hombres fueron capaces no sólo de alimentarse, sino también de elaborar armas para cazar animales, de fabricar herramientas para trabajar la tierra, de calentarse y de vivir una mejor vida. Cuando Zeus (rey de los dioses del Olimpo) se dio cuenta del robo, decidió castigar a los hermanos por haber regalado el fuego, y a los hombres por haberlo aceptado.
 

 

Entonces ordenó a todos los dioses crear a Pandora (‘todos los regalos’) como la primera mujer en la Tierra y que cada uno de ellos la llenara de virtudes: Hefesto la moldeó; Atenea le regaló un cinturón de perlas, un vestido hermoso color púrpura y otras piedras preciosas; Afrodita le dio la belleza; Apolo le dio la música; Hermes le dio el don de la seducción, un carácter voluble y la manipulación;…
 

 

Pandora fue también un arma contra el hombre, pues Zeus quería acabar con él a causa de la desobediencia de Prometeo. Así, esta mujer sería la encargada de llevar la perdición al hombre, y así se lo hace saber Zeus a Hefesto a fin de que la creara bella, perfecta, en casi todo similar al hombre, pero dotada de capacidad para retrasarle en el trabajo y hacerle olvidar sus pensamientos.
 

 

Como último regalo, Zeus le entregó a Pandora una caja que no debía abrir bajo ningún concepto. En ella (sin que ella lo supiera) estaban encerrados todos los males que destruyen a la raza humana: la venganza, la ira, las enfermedades, el sufrimiento, las guerras, el hambre, la envidia,… Y, además, se la entrega como esposa a Epimeteo, que, deslumbrado por su belleza, acepta sin dudar el regalo, desoyendo los sabios consejos de su hermano de no aceptar ningún regalo de Zeus.
 

 

La curiosidad pudo con Pandora y un día que Epimeteo dormía, le robó la llave del lugar donde escondía la caja. Al levantar la tapa escaparon de ella todos los males que podían afectar al hombre, y se extendieron por todo mundo; pero le dio tiempo a cerrarla rápidamente y en el fondo de la caja permaneció la Esperanza. De ese modo todos los hombres a partir de entonces padecieron todo tipo de males, pero siguieron conservando la Esperanza.

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