Los patricios eran los únicos con derechos a acceder a las magistraturas y a los cargos religiosos, pero necesitaban el apoyo del mayor número de ciudadanos para salir vencedores en las elecciones. De este modo apareció la "clientela", formada por individuos libres y ricos en la mayoría de los casos que, a cambio de protección y defensa de sus intereses, les debían respeto y ayuda durante las elecciones.
Patricio y cliente quedaban ligados por el "ius patronatus", derecho que regulaba la protección y la ayuda mutua que se debían.
sábado, 1 de mayo de 2010
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